jueves, 25 de diciembre de 2008

DIAS 20 Y 21. DE LAS 4.000 ISLAS (LAOS) HASTA KOH LANTA (TAILANDIA). 30 horas de viaje.

Mi bungalow de euro y medio en Don Det


La playa de Sunset Bungalow (Koh Lanta)


Llegó el momento de despedirme de mis compañeros de viaje con los que he compartido tantas experiencias en las ultimas tres semanas. Si aquella primera noche en Laos no hubieramos coincidido cenando en el mismo restaurante, mi viaje hubiese sido completamente diferente y pienso que realmente fue una suerte habernos encontrado.
Antonio, Ainara, Dani y Javi siguen su camino hacia Camboya donde van a visitar Phonm Phen y Angkor. El dia anterior habia estado dudando entre irme con ellos o pasar los ultimos dias en las playas de Tailandia. Al final ganó Tailandia, ya que Camboya ya la conocia y seria repetir lo mismo.
A las 11 de la mañana cojo un barco y en 20 minutos ya estoy empaquetado en una minivan que me lleva hasta Pakse, para desde alli tomar un autobus hasta Ubon Ratchatani (Tailandia), a tres horas de camino. Antes de llegar a Ubon tuvimos que pasar la frontera entre Laos y Tailandia, donde habia que pagar un euro y pico a la policia laosiana por ser fin de semana, las horas extras se las pagamos los turistas. Manda huevos!!
Al fin llegué a Ubon Ratchatani y alli tuve que esperar un par de horas para tomar el bus que me llevaria a Bangkok. El autobus era comodo y se podia dormir un poco. A las 05:00 de la mañana y despues de 9 horas de viaje llegué a Bangkok. Este viaje entre las 4.000 islas y Bangkok lo contrate en una agencia y me costó unos 33 euros, quizas haciendolo por mi cuenta hubiera ahorrado algo de dinero, pero asi me olvide de preocupaciones.
Desde la estacion de autobuses cogi un taxi al aeropuerto de Bangkok donde a las 10:40 horas y despues de 5 horas de espera, tome un vuelo a Krabi.
A la llegada al aeropuerto de Krabi te asaltan las agencias para llevarte a donde quieras. Despues de haber estado en Laos, donde todo es mas tranquilo, me siento un poco acosado, pero paso por el aro y por unos 7 euros me llevan primero a la ciudad de Krabi donde paramos en una agencia para esperar una hora y media y coger otra minivan que nos llevara a la isla de Koh Lanta, mi destino final.
En la agencia donde paramos tropecé con un impresentable empleado que me ofrecio unos bungalows al sur de Koh Lanta por 500 bath (10 euros), y cuando le dije que preferia buscarme la vida una vez alli, el tio se altero bastante y me habló de malas formas. Me dijo que no sabia lo que hacia, que cuando llegara a la isla me quedaria sin alojamiento, ya que estabamos en temporada alta, y que coger un taxi una vez alli para buscar hotel me costaria 400 bath (8 euros) y ellos me llevarian gratis a los dichosos bungalows. Le dije que me alquilaria una moto y me contestó que todas las motos de la isla ya estaban alquiladas y que me quedaria tirado.
A la hora de montar en la minivan todo el mundo tenia reservado su alojamiento menos dos chicas francesas y yo. El personaje le dijo al chofer que a los demas los dejara en su alojamiento y a nosotros tres en el puerto. Las francesas cogieron un cabreo impresionante y empezaron a discutir con el tio hasta llegar a insultarse, yo al ver la situacion empece a buscar unos bungalows al sur de la isla en mi guia y le dije al personaje que me iba a quedar en los Sunset Bungalows. El tio se quedo a cuadros y enseguida las dos francesas le dijeron que tambien ellas tenian reservado alli. El personaje ya no sabia lo que hacer y siguió insultando a las francesas, jamas me habia encontrado un impresentable semejante por el sudeste asiatico, pero aqui esta la excepcion que confirma la regla.
Al final, y de rebote, llegamos los tres a los Sunset Bungalows sin saber lo que nos ibamos a encontrar. El contrapunto al personaje de la agencia era el propietario de los Sunset Bungalows, un tailandés llamado Ra, que enseguida nos hizo sentir como en casa. Nos quedamos en sus bungalows que estaban muy bien. Yo pagué 500 bath (10 euros), por un buen bungalow y al lado mismo de la playa, despues de 30 horas de viaje desde Laos aquello me parecio el paraiso.
Dejé la maleta rapidamente en el bungalow, me puse el bañador, y enseguida ya estaba metido en el agua.
Por la noche estuve cenando con las dos chicas francesas y practicando mi frances ya oxidado. Juliette y Maria tenían 23 y 24 años y ya habian viajado por medio mundo. Comencé a recordar lo que yo estaba haciendo con esa edad y casi ni habia salido de España.

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